La finanza es una piedra angular esencial del comercio y la economía global. Las personas que desean iniciar un negocio exitoso, una inversión o una actividad comercial deben tener un conocimiento sólido de los principios financieros fundamentales.
Sin una comprensión de los conceptos financieros básicos, será casi imposible desarrollar estrategias efectivas, tomar decisiones empresariales acertadas y tener expectativas realistas para el futuro. Este artículo aborda algunos de los ratios financieros más valiosos y prácticos que cualquier persona en el panorama empresarial global debería conocer.
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Los ratios financieros fueron creados para simplificar información financiera compleja en cifras fácilmente digeribles, proporcionando a los gestores financieros una visión clara del progreso de sus negocios. Los ratios financieros son fórmulas diseñadas para simplificar el análisis de los estados financieros. Sin ellos, informes como el de pérdidas y ganancias, el balance general y el flujo de caja pueden resultar extremadamente difíciles de interpretar y analizar.
Por ello, los expertos utilizan los ratios financieros para medir la relación entre diversas cifras financieras, determinando el progreso o retroceso del crecimiento empresarial, la rentabilidad y otras métricas importantes. Calcular los ratios en intervalos regulares permite a las empresas comprender el avance del negocio en términos sencillos.
Además, los ratios financieros revelan problemas empresariales ocultos que no son fácilmente identificables en los estados financieros. Por ejemplo, una empresa determinada podría presentar un aumento en el beneficio neto, mayores fondos líquidos y un incremento en los activos netos. Estas cifras pueden parecer positivas, pero es esencial revisar el ratio de endeudamiento, ya que dicha empresa podría estar obteniendo mejores resultados simplemente aumentando su nivel de deuda. Como resultado, la situación puede parecer favorable temporalmente, pero la deuda mencionada deberá pagarse en algún momento en el futuro.
Es bien sabido que las empresas intentan ocultar sus deficiencias en los estados financieros manipulando los informes. Por ello, los expertos deben comprobar los ratios financieros clave para analizar y evaluar los estados financieros de manera objetiva. Con su ayuda, será mucho más difícil ocultar los problemas subyacentes del negocio en los informes financieros.
Gracias a los ratios, las empresas pueden comprender fácilmente su situación actual y desarrollar estrategias para mejorar su crecimiento futuro. En términos sencillos, los ratios financieros ayudan a desmitificar el análisis financiero, ahorrando tiempo, dinero y recursos humanos. Además, permiten a los dueños de negocios aprovechar el conocimiento empírico de generaciones anteriores y aplicarlo a sus condiciones específicas.
Por ejemplo, las corporaciones deben monitorear continuamente su ratio de ganancias por acción (EPS), ya que muestra su rentabilidad desde la perspectiva más relevante: en comparación con las acciones emitidas. Con el EPS, las empresas pueden examinar rápidamente su progreso general y determinar si sus estrategias están cumpliendo el propósito principal del negocio. Las empresas requieren distintos ratios según su industria, estructura organizativa y principales indicadores de rendimiento.
Naturalmente, las empresas no deben depender únicamente de los ratios financieros, ya que cada compañía enfrenta circunstancias únicas. Por lo tanto, los ratios podrían no replicar el mismo nivel de precisión ni brindar información útil en todos los casos. Además, algunos ratios pueden ser engañosos, ya que pueden ofrecer una visión favorable debido a circunstancias excepcionales o a un análisis deficiente. Por ello, es fundamental analizar los ratios dentro del contexto de las condiciones particulares del negocio y, si es necesario, verificar la información obtenida.
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Existen cientos de ratios financieros en todo el mundo, dedicados a industrias específicas y actualizados según el entorno empresarial global.
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Es importante señalar que el campo de los ratios financieros no es estático, ya que cambia constantemente de acuerdo con la evolución del entorno empresarial. Por ello, los analistas financieros en formación deben mantenerse actualizados y revisar con frecuencia las noticias y novedades. Sin embargo, varios ratios fundamentales han resistido la prueba del tiempo y siguen siendo sumamente relevantes. Veamos algunos de los más importantes:
El ratio de EPS es una de las métricas más críticas en las finanzas corporativas. En 2023, la mayoría de las grandes corporaciones han realizado una oferta pública inicial en bolsas como Wall Street o la Bolsa de Londres. Por ello, las empresas necesitan una métrica confiable para analizar su rentabilidad. Con el EPS, los directivos pueden evaluar rápidamente la eficacia de la empresa en alcanzar de forma constante su objetivo principal: aumentar las ganancias de los accionistas.
Si una empresa incrementa de forma consistente su EPS, más inversores se interesarán en comprar y mantener sus acciones. Como resultado, los precios de las acciones y la capitalización bursátil aumentarán. Por tanto, el EPS es un ratio financiero fundamental para cualquier empresa que haya emitido acciones.
El EPS se calcula dividiendo el beneficio neto de la empresa entre el total de acciones ordinarias emitidas en el mercado. Sin embargo, en algunos casos, las empresas también pueden emitir acciones preferentes. Los titulares de estas acciones preferentes tienen el privilegio de recibir ciertos dividendos. Por lo tanto, las empresas deben excluir los dividendos pagados a los accionistas preferentes para obtener un ratio EPS objetivo.
No es ningún secreto que la mayoría de las empresas requieren diversas deudas para adquirir materiales o servicios esenciales para sus operaciones rutinarias. Por ello, la mayoría de los balances incluyen activos y pasivos de la empresa. Aunque los préstamos bancarios, las cuentas por pagar y otras obligaciones similares no son necesariamente críticas, algunas empresas pueden acumular cantidades abrumadoras de deuda. Como resultado, las empresas que aumentan su deuda sin incrementar sus activos corren el riesgo de quedarse sin liquidez y volverse posteriormente insolventes.
Para evitar estas consecuencias, las empresas deben revisar con frecuencia el ratio de capital de trabajo, que indica en qué medida los activos de la empresa superan a los pasivos corrientes. Un ratio de capital de trabajo inferior a uno casi siempre es una mala señal para las empresas, ya que podrían entrar en bancarrota debido a la falta de liquidez.
Después de todo, algunas obligaciones podrían vencerse antes de lo previsto, y las empresas deben contar con los recursos necesarios para cumplir con sus compromisos. Es importante tener en cuenta que el ratio de capital de trabajo se refiere a los activos y pasivos corrientes, ya que la mayoría de las deudas a largo plazo tienen calendarios de pago previsibles y, por lo tanto, presentan menos riesgos de liquidez a largo plazo.
Para calcular el capital de trabajo, se deben dividir los activos corrientes entre los pasivos corrientes que figuran en el balance. Un valor de 1,5 es un buen número para el capital de trabajo, ya que muestra que la empresa tiene una capacidad más que suficiente para pagar sus deudas a corto plazo dentro de un período razonable.
La mayoría de las empresas en el mundo comienzan con una cierta cantidad de capital invertido. Este capital puede provenir de diferentes fuentes, como los fundadores del negocio, los accionistas o inversores ángeles. Independientemente del origen, el capital invertido se utiliza para hacer crecer la empresa adquiriendo activos y servicios esenciales para sus operaciones.
Por ello, es lógico que los inversores deseen evaluar la eficacia del negocio en comparación con el capital invertido. Aquí es donde entra en juego el ratio ROE, que calcula qué tan bien ha utilizado la empresa los recursos invertidos. Naturalmente, es necesario analizar el ratio ROE en el contexto de una industria y competencia específicas, ya que distintas industrias tienen diferentes niveles de eficiencia en el uso del capital.
Por ejemplo, las empresas de comercio electrónico deben tener un ROE alto, ya que no requieren procedimientos iniciales complejos y deberían generar beneficios desde el principio. Por el contrario, industrias que requieren mucho capital, como la construcción, podrían tardar varios años en mostrar cifras positivas de ROE.
El ROE se calcula dividiendo el beneficio neto de la empresa entre el total del patrimonio neto, lo que equivale a la cantidad acumulada de capital invertido durante el ciclo de vida de la empresa. Un buen ratio ROE suele ser superior al 20 %, aunque los valores pueden variar considerablemente según el nicho específico, las condiciones económicas y las preferencias actuales de la empresa.
Los ratios financieros son elementos fundamentales para comprender el progreso central de un negocio de forma rápida y eficaz. Ofrecen una visión clara del avance de la empresa y de sus posibles deficiencias. Los analistas financieros utilizan ratios para simplificar los estados financieros complejos y presentar los datos de forma comprensible.
Sin embargo, es fundamental recordar que los ratios financieros pueden estar distorsionados o brindar información engañosa. Por ello, los analistas y propietarios de negocios deben analizarlos dentro del contexto de las condiciones específicas de su empresa.