Existen varias formas en las que un inversor puede operar en los mercados financieros, y la mayoría de ellas requieren un bróker que proporcione acceso a plataformas y herramientas de trading, actuando como intermediario para conectar al inversor con los distintos mercados financieros.
Para comenzar a operar, la mayoría de los brókers te ofrecen una cuenta de inversión en efectivo o una cuenta de inversión con margen. Cada tipo de cuenta tiene sus propios requisitos, limitaciones y características, según tus expectativas, experiencia y capital disponible. Entonces, ¿en qué se diferencian estas cuentas y cuál se adapta mejor a ti? Respondamos a estas preguntas.
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Este tipo de cuenta es más común y sencilla. Implica operar con el dinero depositado en tu cuenta de trading mediante transferencia bancaria, transferencia en línea u otros métodos de pago disponibles en la plataforma del bróker.
Una vez que añades fondos a tu cuenta, el bróker los utiliza de dos maneras. Tu bróker puede contribuir tu dinero a fondos de liquidez y de creación de mercado, que son inversiones financieras más seguras a cambio de un pequeño porcentaje.
La otra opción es abrir una cuenta corriente asociada a la plataforma de trading, donde puedes acceder a tus fondos en cualquier momento y utilizar tu saldo para invertir en los mercados e instrumentos financieros disponibles.
Los traders con aversión al riesgo prefieren las cuentas de efectivo, ya que les permiten operar únicamente con el dinero que poseen o vender solo los activos que tienen en propiedad. El trading con una cuenta de efectivo no permite pedir fondos prestados al bróker ni utilizar apalancamiento.
Además, los traders que mantienen sus activos o posiciones abiertas durante un período prolongado prefieren este tipo de cuenta porque no implica pagos de préstamos ni fechas de vencimiento de deuda.
Originalmente se las llamaba “cuentas de efectivo” porque requerían pagos en efectivo físico al bróker cuando el trader quería invertir en un valor determinado. Actualmente, los pagos pueden realizarse en efectivo, por transferencias o mediante cheques bancarios.
Cuando un trader solicita una posición de compra, por ejemplo, la plataforma verificará el precio del activo y, si el trader tiene saldo disponible, el dinero se deducirá automáticamente de la cuenta.
De manera similar, si un trader envía una orden de venta, digamos de 10 acciones, la plataforma comprobará si la cuenta posee al menos 10 acciones para poder colocar esa posición de venta en el mercado.
De este modo, los traders no pueden comprar activos que no pueden pagar ni vender activos que no poseen.
Una cuenta de corretaje en efectivo tiene un ciclo de liquidación para cada transacción realizada por el trader. El período de liquidación en el mercado bursátil es T+2 (dos días a partir de la fecha de la transacción), por lo que si un trader realiza una operación (compra o venta) un miércoles, la transacción no se liquidará antes del viernes.
Los traders no pueden utilizar el dinero de la liquidación hasta que esta se complete. Por ejemplo, si un trader compra acciones por valor de $100 el miércoles, recibirá las acciones y se convertirá en su nuevo propietario el viernes, y hasta entonces no podrá utilizar ese dinero.
A diferencia de la cuenta de efectivo, la cuenta de margen es una cuenta de corretaje que permite a los traders pedir dinero prestado a los brókers para explorar más oportunidades de trading. Al utilizar una cuenta de margen, un trader puede emplear apalancamiento, operar en corto con acciones, y tomar o prestar fondos con el bróker para financiar operaciones.
Las cuentas de margen conllevan más riesgo que las cuentas de efectivo porque permiten a los inversores comprar valores con dinero prestado, y por su naturaleza, el trading puede tener resultados inesperados. Sin embargo, si la operación resulta exitosa, el trader puede aumentar sus ganancias con el dinero prestado y devolverlo posteriormente al bróker.
No obstante, el trader debe cumplir con los requisitos establecidos por la firma de corretaje y por la autoridad reguladora del sector financiero para operar con una cuenta de margen.
Los traders invierten en cuentas de margen para operar con apalancamiento, lo que amplía su poder adquisitivo para comprar valores utilizando más dinero del que realmente poseen, gracias a los fondos del bróker.
El apalancamiento suele expresarse en proporciones como 1:10, lo que significa que cada $1 del trader se multiplica por 10 con fondos del bróker. Así, si un trader tiene $10, un apalancamiento de 1:10 le permite operar con $100.
Los traders abren una cuenta de margen para pedir prestado dinero a la firma de corretaje y financiar operaciones que normalmente no podrían permitirse con su propio capital. Sin embargo, el préstamo de margen conlleva una tasa de interés que el trader debe reembolsar.
Además, los traders bursátiles que realizan ventas en corto pueden abrir una cuenta de margen para vender acciones que no poseen y cubrirlas posteriormente con una posición larga.
Por ejemplo, si un trader especula que el precio de la acción ABC va a bajar pero no posee dichas acciones, puede pedirlas prestadas al bróker y venderlas. Una vez que el precio baje, puede cerrar la posición con una compra, devolver las acciones al bróker y quedarse con las ganancias.
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La FCA del Reino Unido establece límites máximos de apalancamiento de 1:30. Sin embargo, los traders profesionales calificados pueden operar con un apalancamiento de hasta 1:500.
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Los requisitos de una cuenta de margen representan la cantidad de dinero que un trader debe tener en su cuenta para poder utilizar el apalancamiento.
El requisito se expresa en porcentaje; por ejemplo, si el margen de mantenimiento es del 25%, el trader deberá aportar el 25% del valor del activo, mientras que el bróker financiará el 75% restante.
Después de abrir una operación apalancada, si la posición empieza a perder valor, el capital del trader puede caer por debajo del margen mínimo de mantenimiento. En ese caso, el bróker emitirá una llamada de margen solicitando fondos adicionales.
Una llamada de margen ocurre cuando el capital del trader cae por debajo del margen inicial. Cuando esto sucede, el bróker pedirá al trader que deposite efectivo en su cuenta o que liquide algunos activos para aumentar el capital disponible.
A diferencia de las cuentas de efectivo, las cuentas de margen no tienen un período de liquidación; el trader recibe el dinero o los activos directamente después de comprar o vender valores.
Después de entender cómo funciona cada tipo de cuenta y conocer sus diferencias clave, comparemos la cuenta de margen con la cuenta de efectivo para ayudarte a decidir cuál se adapta mejor a tus necesidades.
Las cuentas de efectivo y de margen permiten explorar diversas oportunidades de trading. Sin embargo, algunas opciones están disponibles solo con una cuenta de margen, ya que requieren préstamos o apalancamiento.
Con una cuenta de efectivo puedes operar en la mayoría de los mercados: acciones, bonos, fondos índice y mutuos, ETFs y criptomonedas.
No obstante, el trader debe tener suficiente saldo en efectivo para cubrir el precio total de la compra y poseer los activos antes de poder venderlos en el mercado financiero. No puede vender activos que no posee.
En cambio, las cuentas de margen permiten explorar más estrategias, como la venta en corto (vender activos que no se poseen), el trading en Forex y los contratos de futuros. Sin embargo, este tipo de cuenta conlleva intereses por préstamos de margen y debe utilizarse con precaución, ya que implica riesgos elevados.
Las cuentas de efectivo no permiten apalancamiento; el trader solo puede comprar valores con el dinero depositado.
Las cuentas de margen permiten apalancamiento y préstamos del bróker. Sin embargo, implican riesgos que el trader debe entender, como la llamada de margen, los requisitos de margen de mantenimiento y el préstamo mismo.
El apalancamiento en las cuentas de margen se expresa en ratios, lo que permite al trader acceder a oportunidades que de otro modo no podría costear. Por ejemplo, si se espera que el precio de una acción suba considerablemente tras una presentación exclusiva, un trader podría querer comprar 50 acciones por un total de $10,000, pero solo tiene $100 en su cuenta.
En ese caso, puede usar un apalancamiento de 1:100, multiplicando sus $100 por 100 y accediendo así a una inversión de $10,000. Si el mercado se mueve a su favor, esta estrategia puede generar grandes beneficios.
No obstante, esta es una estrategia arriesgada porque, si el mercado se mueve en contra, el trader incurrirá en una gran deuda con el bróker que debe cubrir antes de que su cuenta sea liquidada o se le apliquen cargos adicionales.
Las cuentas de efectivo son simples y no tienen requisitos adicionales más allá del depósito mínimo exigido por el bróker. Ese mínimo varía entre firmas: algunas requieren solo $10, mientras que otras solicitan hasta $1,000.
Por otro lado, la cuenta de margen exige depósitos mínimos para abrirla y fondos adicionales si ocurre una llamada de margen o si el margen de mantenimiento cae por debajo del mínimo.
Estas cuentas requieren mantener un margen mínimo, por ejemplo, del 25%, lo que significa que el capital del trader debe cubrir el 25% de la inversión, mientras que el resto lo aporta el bróker.
Si el capital cae por debajo del 25%, el bróker emitirá una llamada solicitando al trader que deposite más fondos o venda algunas acciones para reforzar el saldo de la cuenta de margen.
Con una cuenta de efectivo, el trader puede aplicar estrategias clásicas como el position trading, que consiste en abrir una posición cuando se espera un aumento del precio.
Esta estrategia es adecuada para el trading de acciones o bonos si el objetivo es mantener los activos a largo plazo y recibir dividendos o rendimientos anuales por tener certificados de bonos.
En cambio, un trader con cuenta de margen puede implementar estrategias más complejas como el scalping o el swing trading. El scalping implica comprar y vender rápidamente, a veces pidiendo prestado para vender en corto durante períodos muy breves.
También pueden utilizarse para el trading intradía, lo que permite abrir y cerrar posiciones en el mismo día utilizando apalancamiento para amplificar las posibles ganancias.
Elegir la cuenta de trading adecuada depende de tus preferencias, estilo de inversión y estrategia. Si eres una persona que asume riesgos, puedes utilizar una cuenta de margen con apalancamiento para entrar en posiciones de alto riesgo y alta ganancia, y aprovechar la oportunidad de duplicar tus beneficios.
Los traders activos suelen utilizar cuentas de margen porque supervisan cuidadosamente sus operaciones y calculan los riesgos antes de tomarlos.
También puedes utilizar una cuenta de margen si eres un trader de acciones y deseas realizar ventas en corto, mientras que los operadores de divisas pueden usar cuentas de margen para hacer scalping de pequeñas ganancias en un mercado líquido y volátil.
Por otro lado, si eres un inversor con baja tolerancia al riesgo, es mejor usar una cuenta de efectivo, donde operas únicamente con los depósitos disponibles y agregas más efectivo cuando te quedas sin fondos.
Este tipo de cuenta es mejor para la gestión del riesgo, ya que no puedes abrir posiciones apalancadas ni pedir dinero prestado al bróker. Las cuentas de efectivo son adecuadas para operaciones a largo plazo si deseas mantener tus posiciones durante meses o años sin preocuparte por llamadas de margen ni cargos adicionales cuando el saldo es negativo.
Las cuentas de efectivo y de margen son los dos tipos principales de cuentas de trading que ofrecen las firmas de corretaje a sus clientes. Los traders utilizan estas cuentas para aplicar distintas estrategias, según sus preferencias y estilo de inversión.
La cuenta de margen suele implicar mayores riesgos porque permite al trader pedir dinero prestado al bróker y vender acciones que no posee. Aunque las operaciones apalancadas pueden generar grandes beneficios, también pueden generar pérdidas importantes y dejar al trader endeudado con el bróker.
Por tanto, la cuenta de margen debe utilizarse con precaución y solo si tienes la experiencia necesaria o el capital suficiente para cubrir pérdidas y aportar fondos adicionales en caso de llamadas de margen.
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La elección depende del estilo y estrategia del trader, así como de su experiencia y capital. Las cuentas de efectivo son más seguras y fáciles de usar, ya que solo se pueden comprar y vender valores que posees o que puedes pagar. Las cuentas de margen permiten explorar más oportunidades mediante apalancamiento y préstamos, pero conllevan más riesgos.
Las cuentas de margen se consideran más arriesgadas porque permiten pedir dinero prestado al bróker y abrir posiciones de alto valor utilizando apalancamiento. Sin embargo, si estas operaciones fallan, el trader no solo perderá su dinero, sino que también deberá devolver el préstamo de margen al bróker.
Las cuentas de margen no suelen recomendarse a traders principiantes, ya que implican estrategias y cálculos más complejos que las cuentas de efectivo. Una cuenta de efectivo es más sencilla de manejar para principiantes y representa una opción ideal para inversores con aversión al riesgo.
Los inversores utilizan cuentas de margen para abrir posiciones de trading utilizando el dinero del bróker. Por ejemplo, si una operación requiere $500 pero el trader solo tiene $50, puede usar un apalancamiento de 1:10 y abrir una posición. Además, los traders de acciones compran con margen para financiar ventas en corto, pidiendo acciones prestadas al bróker y vendiéndolas antes de volver a comprarlas cuando bajan de precio.
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